Esta excursión te ofrece la oportunidad de visitar los municipios más imprescindibles del norte de Tenerife de una manera que nunca te habías imaginado. Visitaremos los encantadores pueblos y aprenderemos de sus tradiciones y gastronomía, incluyendo lugares de impresionante naturaleza como la punta de Teno o el caserío de masca, por el cual descenderemos. Avistamiento de cetáceos, senderismo, cata de vinos, historias y leyendas... ¿Existe una excursión más completa? ¡Sigue leyendo!
Nuestro punto de partida es el excepcional Puerto de la Cruz, cuya cercanía al mar y buen clima te proporcionará toda la energía que necesitas para emprender el día. Esta ciudad es considerada como la “joya del Atlántico” por su valor histórico, al haber sido pionera en el desarrollo del turismo y del comercio internacional desde el siglo XVI.
Salimos de buena mañana, pues nos queda todo un día de excursión por delante y se tiene que aprovechar al máximo. Nuestro primer destino requiere que nos dirijamos a las montañas. Subiendo por las cumbres del norte nos adentramos en el municipio de Los Realejos, cuya parte más elevada ofrece una de las mejores panorámicas del norte de la isla. Para nuestro deleite paramos en el mirador de El Lance. Te sentirás como Mencey Bentor, que desde una posición privilegiada contempla para siempre su reino. Gracias a su altura, el sitio es perfecto para los que se atreven con el parapente. Con seguridad, presenciaremos la emoción del salto inicial de estos valientes.
Después de esta pausa, proseguimos al municipio de Icod de los Vinos. El camino se hace muy agradable al circular por carreteras rurales poco concurridas, acogidas en la naturaleza autóctona y los pintorescos paisajes agrícolas.
Una vez adentrados en la localidad, desde cualquier punto y con solo alzar la mirada, disfrutará de una de las mejores vistas del Teide. Nos detenemos en el pueblo para disfrutar de sus encantos, amenizados por la cata de malvasía, el vino más exclusivo de la isla. En esta degustación, además, probamos deliciosos quesos locales acompañados de la más artesanal miel. Imagínate esta experiencia en un marco rural incomparable, ¡es un auténtico regalo para los sentidos!.
Finalmente, no podemos continuar la excursión sin presentarnos ante el Drago, un impresionante árbol milenario. Su leyenda entre los lugareños lo hace cobrar vida como un símbolo protector, un mágico guerrero impasible que sangra savia roja.
Después de un merecido descanso, descendemos a la denominada isla baja para visitar Garachico. Esta pequeña localidad pesquera combina su encanto marinero de antaño con la innovación de los nuevos tiempos. Sus gentes han presenciado una de las erupciones más populares de las islas, ya que arrasó con el principal puerto de Tenerife, dejando una profunda huella en la sociedad canaria. Los vestigios de este fenómeno los observaremos en su totalidad acercándonos al mirador del Emigrante.
A continuación, seguiremos la carretera general hacia Buenavista del Norte. Se trata de un tranquilo pueblo que recoge en su arquitectura elementos de sus primeros pobladores, en su mayoría de origen andaluz, manteniendo al mismo tiempo su identidad canaria. Con el objetivo de explorar el lado más natural de la zona ingresamos en el Parque Rural de Teno, allí descubrimos una rica y variada flora y fauna autóctona protegida. Mirando al Atlántico divisamos la isla de la Gomera. La fresca brisa marina te brindará un momento de desconexión que recordarás de vuelta a casa. Antes de abandonar este parque rural haremos una visita al singular faro de Teno, donde podrás explorar sus alrededores y las hermosas vistas del punto más al oeste de la isla.
Seguidamente, avanzamos al caserío de Masca, una singular aldea en el macizo de Teno con impresionantes barrancos y acantilados que antiguamente sirvieron para ocultar a los piratas. A día de hoy, es un lugar frecuentado por senderistas que no dudan en aventurarse hacia la costa por la ruta de los barrancos. ¡Y ahora ha llegado tu turno! Este sendero de tres horas y media es apto para todas las edades, con la ayuda de unos bastones de trekking cualquier persona lo puede realizar. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo escarpado del terreno: tendrás que sortear grandes rocas, pero no te preocupes porque podrás tomarte todo el tiempo que precises.
El recorrido resulta muy divertido y ameno, pues mientras bajas irás encontrándote auténticos escenarios de película, te preguntarás cómo el escarpado barranco alberga tanta vida, que al principio del sendero pasa desapercibida. Además, el sol te acompañará en todo momento, las luces y sombras contribuirán a la foto perfecta que te recomendamos no olvidarte de tomar. De esta manera, al final de los seis kilómetros de camino te encontrarás con la grata sorpresa de una salvaje playa de arena negra donde poder darte un chapuzón refrescante. A estas alturas puede que la magia del Atlántico te envuelva y no te quieras despegar de este pacífico rincón del mundo, pero la aventura no acaba aquí: en el embarcadero te espera un taxi acuático rumbo al puerto de Los Gigantes. Aprovecha la travesía para observar delfines y ballenas, deja que el mar te arrulle, disfruta de las últimas horas de sol en altamar y sobretodo, recarga las pilas. En tierra, te espera nuestro más cómodo transporte para llevarte de vuelta a tu alojamiento. Después de un largo día de emociones, agradecerás la puntualidad del servicio y el exquisito trato de nuestros profesionales.
¡No te arrepentirás de elegirnos!